Historia del Cuerpo Consular

Durante la segunda guerra mundial, en el Paraguay se conformó un grupo de personas, en su mayoría extranjera, con el fin de brindar ayuda a sus respectivos países. El resultado fue una gran camaradería con la que recolectaban fondos y enviaban a Europa. Reuniones semanales de damas en el local de la Societé La France, donde las señoras se reunían a informarse sobre lo que acontecía en el Viejo Mundo mientras tejían bufandas, medias y chalecos, cosían bolsas marineras y un sin número de otras prendas. Los caballeros se adhirieron y organizaron ferias y hacían envíos de comestibles y otros que pudieran ser de necesidad. Todos colaboraban y se creó una firme amistad entre ellos.

Al finalizar la guerra, comenzaron a celebrarse las fiestas patrias de los países ahora libres. Y fue así que a partir de Mayo de 1945, los cónsules invitaban a sus compatriotas y a sus buenos amigos, los otros cónsules, a festejar sus fiestas patrias. Las esposas producían comidas típicas y las reuniones tenían un alto grado de camaradería.

En los siguientes años, se unieron otros cónsules a estas reuniones y fue así que en el año de 1952 el cónsul de Uruguay, un caballero que creo se llamaba Balmaceda reunió a los colegas en su departamento y les sugirió formaran una Asociación de Cónsules en Paraguay, idea que fue muy bien recibida. Y tras una serie de reuniones, se elaboró un reglamento que entró en vigor el 8 de Agosto de 1952.

Los cónsules honorarios acreditados en Paraguay incluían a los señores Eduardo Soutter, de Suiza, Cristian Petersen, de Noruega y Suecia, doña Rita P. de Wilson-Smith, vice cónsul de Noruega, Ing. Antonio Bosch, de Holanda, señores Desire Orens de Bélgica, Per Heikel de Finlandia, Nordhal Rassmusen de Dinamarca, doña Raimonde Pitau de Francia, Benjamín Sapira de Israel.

Unos años mas tarde se sumaron los señores Kai von Donner de Sud Africa, Eric Wissman, reemplazando al señor Rassmusen de Dinamarca, Prudencio Barriocanal cónsul y Luis Barriocanal, vice cónsul del Perú, Dr. Carlos Vasconcellos de Rca. Dominicana, Miguel Carrizosa de Colombia, Emilio Fadlala del Líbano y luego Rolf Rieder de Suecia y eventualmente se sumaron también algunos cónsules de carrera

La Junta Directiva estaba formada por elecciones entre los socios quienes sesionaban en las oficinas del presidente de turno, llevándose registro de las reuniones en libro de actas que registraba el Secretario y que igualmente se guardaban en las oficinas del Presidente. Eventualmente se perdieron en algún traspaso de cargos.

De esa época data el ser incluido el Cuerpo Consular a los festejos patrios nacionales, saludo protocolar al Señor Presidente en Año Nuevo, palco oficial en las paradas militares y las chapas consulares, a mas del carnet identificatorio emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores y figurar en un librito de direcciones que editaba dicho ministerio. También el nombramiento de Miembros Vitalicios del Cuerpo Consular a los socios que terminaban sus carreras debido a la edad.

En lo social, se estableció el Día del Cónsul, el 30 de Agosto fecha en que se rendía honores a los héroes del Paraguay y se celebraban reuniones donde cada país presentaba algo típico o distintivo como ser músicas, exposición de cuadros de artistas, etc. y otras expresiones de cada nación, a mas de los festejos patrios.

En aquella época, y probablemente debido a lo lento y escuetas que eran las comunicaciones, el Cónsul tenía mucha mas participación en la representatividad de sus países y oficiaba de representante de sus embajadores concurrentes cuyas visitas duraba aproximadamente una semana, lo que significaba dejar de lado sus actividades cotidianas por el tiempo que durara la visita del Embajador y tenía que organizar las visitas protocolares y en muchos casos acompañarle y hasta hacer de traductor.